El objetivo de este sitio web, es dar a conocer la antología en honor de todos aquellos que hicieron posible la realización de los Festivales Internacionales de Poesía del Biobío FIPBB 2019, los que se organizaron por primera vez fuera de las fronteras de Chile, teniendo presente la necesidad de dar a conocer el programa de Educación Poética que los inspira. En las páginas de esta antología encontrarán los escritos y poemas de: Agustín Benelli

Martha Gantier, Sonia Solarte

Felipe Sáez, Ingeborg Robles

Marie-Lise Gazarian-Gautier

Carlos Aguasaco, Javier Campos

Yrene Santos, Margarita Drago

Alex Lima, Fabiola Rinaudo

Dora Przybylek, Iván Graciano Morelo

Lidia Mansilla, Patricia Cremaschi

Lizette Espinosa, Verónica Sandoval

Myriam Tiznado Villarroel, Fredy Yezzed

Daniela Guerrero, Jean Jaques Pierre

Alejandro Concha M.

Agustín Benelli

Palabras preliminares

Nuestro programa de Educación Poética es fácil de implementar, sólo se requiere la presencia en el aula de un poeta que ame profundamente el motivar a los jóvenes a descubrir la poesía a través de las palabras. Lo que hará en alianza con el profesor de lenguaje, el cual sólo participa acompañando al poeta en la sala de clases. Un poeta preparado para conciliar su trabajo creativo con la búsqueda de los medios para guiar a los jóvenes a descubrir la poesía en sus vidas mediante la escritura. La verdad es que hay muchos motivos urgentes por los cuales tenemos el deber de asumir un rol más activo en la educación, lugar donde se forman las nuevas generaciones. Se debe realizar en los respectivos territorios el esfuerzo para ingresar al sistema educativo y poner en práctica programas que marquen un antes y un después en la denominada "enseñanza de la poesía", de tal forma que, a través de buenos resultados los encargados de la educación, cambien su mirada respecto a la verdadera envergadura que tiene la poesía y asuman la realidad del gran potencial que tiene para motivar a los jóvenes de forma masiva. Debemos hacer la transición del taller a la intervención en la sala de clases de forma sistemática.

Estamos ad portas de una nueva época, de la cual poco o nada podemos predecir, salvo por los síntomas del cambio climático que auguran un porvenir dramático para los habitantes de este planeta. Necesitamos invocar los aspectos más nobles del ser humano y persuadir de lo importante: volver a los valores perdidos, porque el mandato moral de la poesía así lo exige. Por ello, si el fenómeno de la poesía no se cultiva en el espíritu humano con la verdadera profundidad que esta puede alcanzar, centrando su acción en el amor hacia el prójimo, en vano se hacen esfuerzos por detener la catástrofe climática, pues esto requiere el poder del espíritu sobre la materia. Requerimos de un Educación Poética para el Mundo.

Necesitamos un ejército de poetas y educadores sensibles al incierto porvenir de las nuevas generaciones, que les pueda entregar esperanza a través de un ejercicio espiritual de la escritura. Esto es algo posible de realizar, lo sabemos porque tenemos una experiencia de tres años con el programa Por una Educación Poética para Chile, iniciativa capaz de incentivar a los jóvenes apelando a diversos medios que permiten poner en valor la poesía ante sus ojos, creando con distintas herramientas un verdadero movimiento que rescata este arte tan sencillo, pero tan profundo a la vez, que es la escritura como medio de expresión artística. Ya son cientos de escritos en dos antologías públicadas el 2018 y el 2019, rebosante de escritura creativa que da cuenta de la participación activa de los jóvenes en las aulas. No estamos frente a una utopía, sino al ejercicio real de motivar en el aula a los jóvenes a escribir, sacándolos de ese vórtice de la velocidad tecnológica y digital, dirigiendo sus miradas hacia un medio más sencillo, tal vez el más económico medio para realizar una obra de arte.

Nuestro programa invita a los jóvenes a valorar sus voces como fundamentales en el proceso de diálogo y trabajo en el aula. Confiamos en sus talentos y creatividad, la que se ve reflejada en la entusiasta participación para alcanzar la recompensa de palpar un objeto estético salido de sus propias manos. Ese decir de quien mira simultáneamente hacia afuera y hacia su interior y logra en una hoja de papel sintetizar dos aspectos de la realidad. Hacer esto es cambiar la educación en un acto vivificador, donde los jóvenes tienen algo que decir y aportar a su propia enseñanza.

Tenemos un programa educativo exitoso y frente a nosotros un mundo cada vez más globalizado, y nuestra intención no es encerrarnos en nuestras fronteras ajenos a la realidad de que somos también parte de un tejido más amplio que es la humanidad. Hay un mundo al cual debemos acoger en nuestra mente y corazón. La poesía siempre ha buscado instancias de fraternidad, entonces ¿porque no reunirnos también en torno a la Educación Poética? (Para continuar leyendo descargar el libro Festivales internacionales de poesía del Biobío, desde la página Berlín)

Gabriela Mistral

Los Festivales Internacionales de Poesía del Biobío 2019, fueron realizados en honor de la poeta chilena quien nació con el nombre de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, un 7 de abril de 1889 en la ciudad de Vicuña; y murió un 10 de enero de 1957 en la ciudad de Nueva York. Fue una reconocida poeta ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1945, el primero de América Latina. Además de esto, es de destacar su papel como maestra y como diplomática.

La amiga de la poeta

Marie-Lise Gazarian, hoy profesora en la St. Jhon's Universty de Nueva York, hizo posible la realización del encuentro de los Festivales el 9 de octubre de 2019 en esa casa de estudios, a 130 años del natalicio de la poeta. En su introducción al encuentro en Nueva York contenido en el libro editado para recordar los Festivales, ella nos dice:. "Presencié con mi hermano, semana tras semana, la vida diaria de Gabriela Mistral. Cada fin de semana íbamos a visitarla a su casa de Roslyn Harbor. Solíamos ir a Jones Beach, a disfrutar con ella de la playa y del mar, o bien íbamos a una librería en busca de libros de ilustraciones. Estaba escribiendo su Poema de Chile, el largo poema narrativo, y le hacían falta dibujos de animales y de plantas para acordarse de sus nombres. A cada visitante le hacía la pregunta, ̈Cómo se llama tal flor, tal arbusto, tal animalito? ̈. Por supuesto, nadie poseía esa misma relación íntima con la naturaleza, nadie sabía la respuesta a sus preguntas, a nadie tampoco le llamaba la atención proteger el medioambiente."...